DANZANDO CON EL ASESINO
Lars Von
Trier, co-fundador del movimiento Dogma 95 junto con Thomas Vinterberg, en
donde se comprometían que sus películas, no tendrían elementos artificiales,
como música, sonido o efectos especiales, bueno dicho movimiento no tuvo mucha
duración, y siendo sincero tampoco mucha relevancia. Se puede decir que la
única película del danés que cumplían con los requisitos del Dogma era ¨Los idiotas¨, las demás no cumplían con
todas las reglas, dejando de lado su juramento. Lo que podemos reconocer en
Lars Von Trier, es un director que siempre ha buscado experimentar con su cine,
siendo muchas veces provocador, tanto en sus películas como declaraciones, surgiendo
antipatía tanto por su cine como por su personalidad, a veces es interesante
ver las películas del danés, aunque tal vez no llegue de nuestro total
agrado.
La película
en cuestión Melancholia, empieza con el preludio de Tristan e Isolda de Wagner,
acompañados de escenas de un resumen de la historia de la película, de un
impacto visual extraordinario. La trama tiene su origen en la fiesta de una
boda de Justine (Kirsten Dunst) y Michael (Alexander Skarsgård), que fue
organizada por la Claire (Hermana de Justine), quien tiene una vida acomodada
que le brinda un gran sentimiento de seguridad, en donde nada puede perturbar
la tranquilidad de su Mansión.
La
secuencia de la fiesta recuerda mucha a La Celebración de Thomas Vinterberg, ya
sea por las escenas, sino porque tiene el estilo del movimiento dogma (la
película es rodada en cámara digital), que con seguridad el director busco
dicho resultado como una especie de homenaje. En dicha fiesta los padre de los
de la protagonistas, interpretados por John Hurt y Charlotte Rampling, muestran
signos de cierta locura (sobre todo la madre), sucintándose situaciones
embarazosas, que no pasan a mayores, pero que resulta el atisbo de lo que
vendrá.
Pero la
historia da un vuelco con el comportamiento de Justine en el día de su boda, lo
cual va tomando sentido conforme va trascurriendo la película. Los personas
femeninos de Von Trier, tratan de ser aceptados por su entorno, mostrándonos el
sufrimiento por ser incomprendidos o aceptados, como Bailar en la oscuridad, Breaking The Waves (Conocida en Latinoamérica como Contra viento y marea), Manderlay, Dogville. En película en
cuestión la protagonista se aparta de la gente, no le interesa integrarse, tan
sólo se encuentra en una actitud de expectación.
El
director a través de escenas sencillas construye
una película cautivante, en donde se describen en unos cuantos trazos
todo lo que ocurre en la película, como cuando Justine se deja seducir por el
planeta, y ella entrega su desnudez, una de las escenas más eróticas de los
últimos años. Von Trier, cuenta la historia a través de imágenes, que nos
atrapan, en donde un mismo hecho puede ser visto como una tragedia o como una
liberación, el inicio de una danza que tiene que llegar a su fin. La carga del
drama de la segunda parte de la película lo lleva Claire, porque se resiste a
creer que ha vivido durante toda su vida una mentira, como su mundo lleno de
seguridad ya no existe, tan sólo fue una ilusión. Melancholia, como la mayoría
de los filmes de su director es una película difícil de clasificar, en donde
busca sacudirnos, lo cual, lo logra con nosotros, siendo un gran punto a favor
del danés.
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