LA VOZ DEL DESIERTO
El western es el género americano
por excelencia, además es un género que tuvo origen en el cine, aunque
algunos podrían pensar que un género que se agota, ya que cuenta la
historia en un determinado lugar y tiempo de los Estados Unidos, esto
no resulta cierto, el western tiene muchas variantes, nutriéndose de
otros géneros, como la comedia, cine negro, el drama, hasta las tragedias
Shakesperianas, pasando por diversas etapas, la etapa clásica siendo su
gran representante el gran John Ford, en ella se nos cuenta la efervescencia de
la conquista del oeste, en la cual la fuerza se define por quien
más rápido desenfunda el revólver; pasada esta etapa llega el
western crepuscular teniendo a Sam Peckinpah como su
máximo exponente, mostrándonos el final de una era, donde
los pistoleros ya son una raza antigua, que dejan su lugar a
la civilización; durante esta segunda etapa aparece el spaguetti western
que brinda una nueva mirada sobre el oeste, lo muestra más sucio y decadente
siendo su iniciador el italiano Sergio Leone.
En la anterior película de Kelly
Reichardt (Wendy and Lucy), nos contaba las desventuras de una
chica cualquiera en tiempos de la crisis de la Norteamérica actual,
teniendo a Alaska como destino como un lugar para rehacer su
vida, aquí nos traslada a la época de los colonos, y
siendo más específicos al de los primeros colonos, en el cual su
viaje constituye en un descubrimiento hacia nuevas rutas, hacia un sueño
que han depositado todas sus esperanzas, pero que cada paso se convierte en un
acto de fe ante la incertidumbre en donde son colocados, es así, que nos
encontramos en una lucha encarnizada por tres hombres y tres mujeres en contra
de un adversario que no tendrá ninguna clemencia por aplacar sus
sueños, el desierto es mostrado majestuoso y hermoso,
pero también despiadado, por Reichardt.
Los colonos son guiados por Week,
quien ha sido contratado para llevar a tres familias de colonos a Oregon,
su personaje esta dentro del arquetipo del tipo rudo del oeste, con odio
enfermizo hacia los indios, que recuerda a Ethan el personaje interpretado por John Wayne en la mítica Más corazón que odio (conocida
en España con el titulo de Centauros
del Desierto), es la representación de todo lo malo del mismo
oeste, rudo, agresivo y salvaje. Los colonos son la representación de
la civilización, conformada por tres familias en donde tenemos a los White
que es una pareja religiosa, en donde ven el viaje como una prueba de su fe;
los Gately que son un joven matrimonio integrada por Thomas (Paul Dano) y
Millie (Zoe Kazan), que conforme transcurre la historia van tomando posiciones
opuestas; y los Tetherow en la cual esposo Solomon (Will Patton) será el líder
del grupo, teniendo a su esposa Emily (Michelle Wiliiams) como un gran soporte
en sus decisiones. Este grupo ecléctico es obligado a convivir
y soportarse mutuamente para subsistir, produciéndose choques
constante en su manera de ver el mundo, es entonces que vemos
la adaptación de este grupo, que se da cuenta que tiene que dejar
muchas cosas atrás, para poder seguir en su nueva vida, los cambios
son mínimos pero van carcomiendo el alma de los protagonistas.
La mirada de Reichardt en
un primer momento de distante y contemplativa, va tomando su tiempo
para presentarnos poco a poco a los personajes, describiendo
a través de la cámara el padecimiento de los personajes. La
primera reunión de los hombres, en donde se toman las decisiones, no
es audible y la cámara se encuentra
alejada, presentarnos con dicho plano la mirada de las mujeres,
quienes no son participes de dicha reunión. Pero más adelante cuando
se van presentando más problemas en el camino, la cámara se acerca,
en donde escuchamos las dudas tanto del guía como los
esposos, es así que se producen cambios de manera imperceptible,
debido al movimiento sutil de la cámara por parte de la directora.
Si bien la película tiene una
banda sonora, que suena en los momentos de las largas caminatas, la verdadera
banda sonora se encuentra en el sonido del desierto, en donde tenemos el golpe
constante del viento, como un recordatorio de que estamos en un viaje que se
requiere la fuerza y la voluntad para terminarlo, cada día en que sobreviven
se convierte en un nuevo triunfo que se arrebata al cruel desierto.
El western que presenta Reichardt,
es monumental en el mejor sentido, no veremos grandes batallas,
ni persecuciones, ni tiroteos, ni siquiera una imagen panorámica
(utiliza un formato de 4:3, el usado en las películas antiguas),
pero Reichardt, nos presenta un film de connotaciones épicas, en donde los
sueños e ideales desaparecen, en el cual el sobrevivir en mundo que los consume
se vuelve un acto de heroísmo, siendo sus protagonistas
esos héroes anónimos que construyeron Norteamérica, su
directora rinde un tributo a dichos hombres y mujeres, de una belleza y
amargura difícil de olvidar, con un final dejara a la elección del
espectador.
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