domingo, 24 de junio de 2012

SHAME (2011)



EL DOLOR DEL VACÍO

El director ingles Steve Mcqueen, venía precedido de la fama de su opera prima Hunger (2008), una impresionante película carcelaria, sorprendiendo a la critica mundial, obteniendo el premio de Cámara de Oro (mejor ópera prima)en el Festival de Cannes, en Hunger, protagonizada por Michael Fassbender, el cual es un líder del grupo terrorista IRA, Mcqueen, transmite una mirada objetiva sobre la lucha los presos políticos, para que sus peticiones sean cumplidas, ante casi la inexistencia de diálogos las imágenes constituyen el ente comunicador de la historia.

En el segundo proyecto del director ingles, vuelve a llamar a  Michael Fassbender para que la protagonice, actor irlandés que en los últimos años transita entre el cine comercial e independiente, demostrando siempre un gran talento en la actuación. A diferencia de su personaje de Hunger, aquí, el protagonista carece de la fuerza de voluntad, es incapaz de lograr cambiar el camino hacia su autodestrucción. Fassbender interpreta a Brandon un joven ejecutivo adicto al sexo, el cual le resulta imposible mantener una relación amorosa, lo ocasiona serios problemas en su vida personal, pero no puede hacer nada para evitarlo.

Mcqueen, sitúa a Brandon en una ambiente de comodidad, presentarnos como un hombre seguro que controla su entorno, que puede conseguir todo lo que quiera, en una ciudad tan cosmopolita como New York. Pero que todo ese supuesto control y seguridad es una mentira, como la imagen que proyecta Brandon. La farsa en que vive cae como un telón al aparecer su hermana Sissy (Carey Mulligan), que es una  aspirante a cantante, que busca un lugar en donde quedarse en la ciudad, decidiendo quedarse en el departamento de este. Es aquí donde Brando siente verdaderamente desolado que no puede llegar a conectarse de manera intima con los demás, que su vacío interior no puede ser llenado con relaciones vacías, y es justamente Sissy la única que ve su dolor, por lo que, se siente desnudo ante su mirada.


Fassbender construye un personaje atormentado por la culpa y vergüenza, con una mascara de frialdad y serenidad. Teniendo una doble vida, como un asesino en serie que tiene un impulso por buscar victimas, adentrándose a los niveles más bajos y oscuros de su interior. Somos testigos de sus gritos desesperados por clamando ayuda, pero por vergüenza no lo puede llegar a expresar. La contra-cara de Brandon es su hermana Sissy, que es extrovertida y siempre busca diversión, pero, va en el mismo camino de la autodestrucción que su hermano, como Brandon el exterior es una careta, para sentirse normales ante los ojos de demás. pero mientras Sissy solicita ayuda y la ofrece támbien, Brandon no la quiere ni dar ni recibir, se recluye en la comodidad de su falta de voluntad.

Shame, es película incomoda no por los desnudos y las escenas de sexo, sino que el director logra que nos identifiquemos en el dolor de un personaje tan podrido por dentro, vicioso,  imperfecto, destruido. No estamos ante un personaje que realice actos heroicos o que sea un incansable luchador de la adversidad, sino es un hombre que representa la degradación del ser humano en sus puntos más bajos, Shame no es una película que cuenta sobre las vivencia de un adicto al sexo, es una película que nos cuenta sobre el dolor humano en un mundo de apariencias, en donde la imagen se vuelve la verdadera personalidad, dejando de lado lo que no se ve.

Mcqueen, si en su primera película sorprendió, en esta segunda se consagro, la manera de disparar a través de su cámara, resulta gratamente doloroso, es director dispuesto a contarnos sus historias de la forma más sincera y directa que pueda, una de las mejores películas de 2011, que injustamente fue obviada por los premios de la Academia,   al igual que la extraordinaria actuación de Fassbender.

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