sábado, 21 de julio de 2012

UNA SEPARACION (2011)





VICTIMAS Y VICTIMARIOS

Ya habíamos comentado la anterior película del director iraní Asghar Farhadi A propósito de Elly (2009), en donde señalamos la crítica social presente en el cine del director, en su última película la multigalardonada Nader y Sirim, una separación (2011), vuelve a retomar el cine de crítica social, en donde los protagonistas es un matrimonio iraní, que se ve introducido a un drama de connotaciones morales y sociales.

La película nos cuenta desde el inicio la separación del matrimonio, el cual es iniciado por la esposa Sirim, debido a que su esposo Nader no quiere ir con ella a occidente, cuando han realizado todas las gestiones de su visa, él decide quedarse para cuidar a su padre, que sufre de alzheimer, pero su Sirim no entiende la necesidad de Nader se quede, creando un conflicto en su relación que origina el divorcio.

La razón, de Sirim de viajar fuera del país, es para encontrar un mejor futuro para su hija y su familia, significa la búsqueda de la libertar y un mejor ambiente para progresar, convirtiéndose en una obsesión para ella, encontrando en el divorcio la solución lógica para el dilema que se presenta. Farhadi, realiza una presentación perfecta de la situación y de los personajes, en donde Nader es una persona que se guía por los sentimientos y Sirim por la razón, tal vez se muestra a Sirim fría y practica ante todo, pero tiene motivaciones fuertes para serlo.



Pero de lo que se origina como una drama familiar, en donde se muestra los conflictos por la tenencia de la hija del matrimonio, el cuidado del padre de Nader, el sufrimiento de la hija, poniéndola en la disyuntiva de elegir entre su madre y su padre, la historia da un vuelco, encontrándonos en una película que se vuelve cada vez más tensa en su transcurrir, Farhadi vuelve a introducir la intriga en su relato, como si nos encontramos en un film de misterio, en donde se tiene que descubrir la verdad de los acontecimientos.

Farhadi, utiliza nuevamente la cámara al hombro para brindar una mayor naturalidad en la forma de contar la historia,  colocándose muy cerca de los personajes, moviéndose constantemente para seguir sus movimientos, siendo los espectadores en verdaderos intrusos de los dilemas y conflictos de los protagonistas, quienes son personas común y corrientes que son rebasados por sus propias acciones. Las situaciones son presentadas de forma cotidiana, en donde esta puede ocurrir en cualquier lugar, Fashadi, brinda universalidad a la historia. Una historia en que las emociones se desbordan, introduciendo a los protagonistas un camino al infierno, que resulta terrible destructivo. En donde el papel de víctima y victimario se intercambia rápidamente.

Al igual, que A propósito de Elly, los protagonistas se encuentran inmersos en conflictos morales, en donde la verdad juega un papel importante, pero a diferencia de la anterior, quien tomará la decisión final no será la parte culpable sino la inocente, convirtiéndose en la verdadera víctima de la historia. Su director a través de una supuesta historia sencilla, trasmite un sin número de de emociones, que al espectador tan sólo le queda presenciar, y sucumbir ante los golpes que brinda Farhadi a través de las imágenes, basta recordar la escena final, en donde en un plano, el dolor traspasa la pantalla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario