HAY UNA EPIDEMIA DE RABIA
El
director sur coreano Na Hong-jin, nos sitúa en Yanji,
ciudad autónoma de la República Popular China, que es
un punto fronterizo entre Corea, China y Rusia, en donde
la población mayoritaria de coreana, quienes son relegados en
China, buscando fortuna en Corea del Sur, dicho lugar es el punto de partida de
un viaje de sangre y violencia que realiza el protagonista, es un taxista
Ga-num (Ha jung-woo) que tiene deudas con mafiosos, debido a la adicción al
juego, lo cual se convierte en un círculo vicioso, además que su esposa se fue
en busca de trabajo en Seúl, sin saber noticias sobre ella, poniéndolo al límite
de sus fuerzas.
Dicha situación es
aprovechada por el mafioso Myun-ga (Yun-seok Kim), que le propone realizar un
crimen para poder pagar sus deudas y si es posible recobrar a su esposa. En Shaser
(2008),
primera película del director, nos contaba la historia de un
proxeneta, un sujeto de lo más despreciable, que se ve envuelto en una
la persecución de un asesino en serie, en donde una
persona común es puesto en una situación extraordinaria,
siendo una víctima de las circunstancias, bajo esta misma premisa, es
que se va desarrollando la historia, como si nos encontráramos en un
film de Hitchcock, pero nos
encontramos ante una película coreana, por lo que, los golpes, cuchillos,
machetes, peleas y sangre y mucha sangre están presentes.
Se puede decir que la historia se encuentra divida en cinco
partes, la primera que es la introducción, donde se presenta
al protagonista y su rabia, la cual es el impulso que mueve al
protagonista en su agotable travesía, las otras cuatro, nos señalan la situación en
que es colocado el protagonista, como si se tratara de los diferentes puntos
que tiene que llegar en su viaje, pero no hablamos de lugares geográficos,
sino de un viaje interno, en donde vemos su transformación en rabia
pura con una sed de venganza incontenible, una preparación para su batalla
final.
El film es contado con mucho nervio, donde
la cámara tiene un gran papel para transmitir tensión a
lo largo de toda película; las escenas de acción como las peleas
son frenéticas, no existe coreografía, todo es invadido por el caos y
la violencia desmedida, siendo mostrada sin ningún tipo
de restricción, de la manera más cruda y bestial. La escena
de persecución en el barco es estremecedora, como si
nos encontráramos en una película de terror.
El mafioso Myun -ga, es un personaje, que va
cobrando más fuerza conforme avanza la historia, siendo el mismo diablo, una
fuerza imparable, que no se detendrá hasta que todo caiga, quien será
el gran escollo que tendrá que superar Ga-nun, para la finalización
de su viaje, el cual se encuentra acorralado por diferentes bandos, aunque sabe
muy bien cual que su destino está trazado, esto no impide en buscar respuestas
para encontrar al responsable que desencadenó el horror.
El director pretende crear desconcierto en el
espectador, dándonos la información en simultáneo con el
protagonista, la cual es brindada poco a poco, armando el rompecabezas hasta
colocar la última pieza, que nos devela el cuadro completo, el cual fue
engendrado por la semilla del engaño. The
Yellow sea es un Thriller
admirable, con una clara crítica social, sobre el racismo,
los prejuicios, y como un hombre es llevado hasta el límite para realizar
lo impensable, que mantiene al publico expectante ante un nuevo giro en la historia.
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