sábado, 14 de julio de 2012

EL NIÑO DE LA BICICLETA (2011)

LO QUE SE PERDIÓ EN EL CAMINO

Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne, se centra en contarnos las historias de seres marginados, en donde los los niños y adolescentes, son los que padecen las necesidades económicas y de cariño. Su estilo es austero, recurriendo a la naturalidad de las actuaciones y diálogos, el uso de las elipses narrativas, que brindan una economía en lo que se nos cuenta, y que hace participe en la espectadores en dejar ciertos hechos en la imaginación de nosotros

El cine de los Dardenne es un cine naturalista, de observación, como ocurre en la presente película, en donde en el comienzo se ve a un niño  intentando comunicarse por teléfono con su padre, no aceptando alguna respuesta negativa sobre ello, tomando un reacción inesperada y violenta, con una concisa escena se describe al protagonista.  Cyril que es  un niño de 11 años que es huérfano de madre, y se encuentra viviendo en un albergue, ya que su padre no lo puede cuidar. Pero las cosas cambian para Cyril cuando pierda comunicación con su padre y decide buscar a su bicicleta y su padre.

La búsqueda de Cyril es obsesiva, la constancia del niño de encontrar lo que más quiere producen una sucesión de hechos dolorosos para él. Lo cual es contada sin dramatismo, despojándole de cualquier tópico melodramático, mostrándonos de una manera cruda y cortante lo que ocurre con el poder Cyril, donde con un simple gesto, se muestra los verdaderos sentimientos, como el cerrar de una puerta podemos  ver la vergüenza y cobardía presentes. En esta búsqueda se encuentra con Samantha  una peluquera que ayudara a Cyril, de manera desinteresa soportando al niño yendo contra toda lógica o razón, convirtiéndose en su ángel guardián, la escena en que le obligan a  decidir es una descripción total del personaje, no existiendo dudas para ella por lo que siente por el niño.


La película es narrada de forma concisa, utilizando elipsis, en donde muchas cosas quedan sin explicar para el espectador, pero que no va en contra de la historia, ya que, se nos cuenta lo verdaderamente importante, el espectador es el observador de las penurias del niño, que recuerdan al protagonista de la película polaca Jestem (2005). Cyril, busca un lugar en el mundo y alguien que lo quiera, pero entre su inmadurez y rebeldía no le permite ver con claridad los sentimientos de los demás. 

El uso de un fragmento de una melodía de Beethoven, la cual es utilizada como un nexo entre una escena a otra, resulta extraño al mismo tiempo transmite emotividad en momentos que son determinantes para Cyril, viniendo a la mente Azul  (1993) de Kieslowski, en donde la música es parte importante de la historia, como si nos anunciara un nueva etapa que le toca vivir a Cyril, un nuevo  paso que da en su largo y duro  camino de aprendizaje.

El niño de la bicicleta, es una lección de hacer cine, de comunicar y expresar a través de imágenes, la lucha interna de un niño rechazado, de su búsqueda del verdadero rumbo de su vida, tratando de encontrar aquello que perdió, y que no encuentra explicación para ello, todo eso y más nos es contado, de manera cruel y dolorosa, pero con aire de esperanza y perdón.

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