miércoles, 24 de febrero de 2010

WENDY AND LUCY (2008)


EL NEORREALISMO AMERICANO

Kelly Reichardt, se ha convertido en poco tiempo en una de las directoras norteamericanas, de mayor interés en el cine americano, con su primera película River of Grass, daba muestras de su gran talento para dirigir, teniendo un mayor reconocimiento con Old Joy, una estimulante película sobre la relación dos viejos amigos.

Wendy and Lucy, nos cuenta la historia de Wendy (Michelle Williams), una chica desempleada y su perra Lucy, tendrá como plan dirigirse a Alaska, para conseguir trabajo, poniendo todas sus esperanzas en este plan trazado por ella, pero en el trayecto su coche sufre un desperfecto, por lo que tendrá que hacer una larga parada en el pueblo, lo que complicará aun más sus situación, ya que se encuentra ajustada de dinero, obligándola a robar comida para su perra, siendo descubierta por uno de los empleados, por lo que es llevada a la comisaria, al ser liberada, regresa al lugar donde dejo a Lucy, dándose con la sorpresa que esta ha desaparecido.

El film tiene como punto narrativo, un momento especifico de la vida de una sobreviviente de la actual norteamerica, víctima de la incertidumbre y el desempleo, Wendy busca un mejor futuro para ella en Alaska, tiene todo sus esfuerzo puesto en realizar en dicho viaje, ya que considera como el único lugar en donde pueda vivir con dignidad, teniendo como única amiga a su perra Lucy.
Reichardt, nos cuenta la historia de una luchadora, pero desprovista de cualquier artificio, contada de una manera objetiva, sin tratar de hacer ningún juicio de valor sobre la protagonista, no nos hablan de una gran lucha épica (esas con las que se escriben la historia), tan sólo nos narran la vida de una pequeña mujer que tiene un sueño (Alaska), y una perra que se llama Lucy, una mujer anónima que tiene una historia como cualquiera,que la vemos caminar sin importar que se trata de una luchadora, de una heroína de nuestro tiempo.

Nuestra heroína bebe de los personajes que nos regalaron los maestros del neorrealismo italiano, personajes como Umberto D. y El Ladrón de Bicicletas, historias de hombres abatidos, víctimas de las circunstancias, que su día a día es una constante lucha para sobrevivir, pero ahora trasladada a una norteamérica, en donde el sueño americano es para unos cuantos.

Es así que Reichardt, a través de su cámara construye una película conmovedora, en donde los silencios, esa mirada de desconcierto y tristeza de la protagonista, nos trasmiten más que las palabras, Wendy llena todo el film, es ese héroe solitario y anónimo, que nunca ni queremos ver, una pequeña historia, pero una gran película, para estos nuevos tiempos cada vez más duro y cruel.

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