sábado, 9 de mayo de 2009

LOS MUERTOS (2004)


LA CÁMARA NOS HABLA

Existen grandes películas, que se construyen con diálogos ingeniosos, bien elaborados, que son del disfrute para los amantes del buen cine, pero también existen películas en donde los diálogos son practicamente inexistentes, en el cual el uso de la cámara es importante, el cine es un arte y la cámara es el instrumento, la cámara nos habla nos muestra, sin necesidad de la palabra, tan solo que con el movimiento de esta, siendo grandes representantes de este cine Andrei Tarkovsky, Bresson y más contemporáneo Bela Tarr, pero latinoamerica también tiene su representante con Lisandro Alonso.

Los muertos es una muestra como se debe usar la cámara de una manera eficiente, donde la puesta en escena, más que los diálogos que se desarrollan en esta, aunque si bien son diálogos sencillos, algunos son claves para desentrañar la historia, como la conversión del protagonista con el barquero.

El inicio de la película es un de los mejores que se haya hecho en el cine latinoamericano, empieza con un plano secuencia, mostrando primero donde s esta desarrollando los hechos, se produce un recorrido por la jungla, hasta un final de secuencia extraordinario, es así que inicia nuestro viaje.

La historia se desarrolla en un lugar recóndito de la Argentina, donde el medio de transporte para ir de un pueblo a otro es a través de los botes, un ex convicto Argentino Vargas, es liberado al haber cumplido la totalidad de su pena, emprendiendo un viaje por el río para ver a su hija, llevándole un vestido como presente, el viaje nos permite observar a Vargas, y conocer a este hombre, en unos cuantos trazos, nos describe a este personaje básico pero al mismo tiempo singular.


Otro punto favor de la película, es el uso de actores no profesionales, dándole la naturalidad a los personajes tanto al protagonista como los secundarios, ya que se nos muestra dentro de su vida cotidiana, por lo que no es necesario un mayor desarrollo de estos, a veces ser natural es difícil de mostrar en la pantalla y aquí los actores lo logran.

El espectador se pregunta ¿Cuales son las verdaderas intenciones de Vargas para visitar a su hija?, que ser respondida al final o tal vez no, dependerá de cada uno encontrar la respuesta, la escena final es escalofriante, pero no por lo que se ve, sino por todo lo contrario, por lo que no vemos, el espectador es dejado de lado, generando el desconcierto, sintiéndonos impotentes ante lo que imaginamos, todo esto se produce con unos cuantos movimientos de cámara, esta nos habla y nos dice que no podemos pasar, que nuestra viaje a concluido, dejándonos con un nudo en la garganta.

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