sábado, 29 de agosto de 2009

LLUVIA NEGRA (1989)


HIROSHIMA, HIROSHIMA ¿DONDE ESTAS?

Shohei Imamura, director que realizo sus trabajos en el periodo clásico japones junto con Mizoguchi, Kurosawa, Naruse, Ozu, entre otros, extendiéndose hasta el 2002, su cine nos muestra los cambios de las costumbres japonesas, con la occidentalización, muchos de ellos son una denuncia sobre la sociedad, Imamura fue ganador dos veces de la palma de oro por el Remake La balada de Narayama (1983), y La anguila (1996), la primera es un relato sobre las costumbres de un pueblo que en la cual, tiene como tradición que los ancianos que cumplen 70 años tienen que ser abandonados en las montañas, en la segunda es sobre un ex convicto que asesino por celos a su esposa y al amante de esta, en ambas nos presenta un choque entre la tradición con las nuevas ideas, Imamura cuestiona las costumbres, a la sociedad, pero de manera silenciosa.

El inicio de ¨Lluvia negra¨ (Kuroi ame), es con la toma de toda la Isla Hiroshima en silencio, ubicándonos en el día del lanzamiento de la bomba atómica, las siguientes escenas, son de los pobladores que realizan sus tareas como cualquier día, pero después un breve momento, se inunda la oscuridad en la pantalla, acto seguido la destrucción y el caos, Hiroshima ya no existe, sólo quedan escombros, en donde los sobrevivientes, creen haber llegado al infierno.

Las primeras escenas son las más conmovedoras y arrebatadoras que haya visto en muchos años en una película, transmiten el desconcierto, la impotencia sobre una de las mayores tragedias que ha vivido no sólo Japón si no la humanidad, el uso del desenfoque en las primeras escenas de la explosión, dan una sensación de estar ante una pesadilla, la dirección y fotografía tiene un tono clásico, siendo un gran punto a favor de esta.

Después de la explosión se produce la Lluvia negra, hecho que le da titulo a la película, y que constituye el elemento más importante a largo del film, en la consecuencia que generó en los años con los sobrevivientes, siendo una de las personas expuestas a esta lluvia, Yasuko, la protagonista de la película, que habiendo quedado huérfana, es acogida por la familia de su Tío, el que la quiere como una hija, buscando que forme sus propia familia, pero esto no será una labor muy fácil, a pesar que Yasuko es una bella joven, pero existen cuestionamientos sobre su salud, que no hacen una buena candidata para el matrimonio.


Es así, que la historia, nos va trasladando a los días de la tragedia de Hiroshima, mostrándonos la locura del ser humano, su capacidad destructiva, que a veces parece que no tiene limites, nos cuenta los efectos que radiación,la convivencia, la intolerancia, el prejuicio,las víctimas, ya nada volvería ser igual, se podrá reconstruir la ciudad, los edificios, las calles, pero una vida destrozada no puede ser reconstruida, esto es lo que Imamura no narra, nos lo restrega en la cara, nos lo grita con el silencio, con ese estoicismo japones, los protagonistas cumplen con su deber de ser víctimas, que aceptan su destino.

Se trata de una de las mejores películas antibelicistas de los ochenta, sino la mejor, con una gran trabajo de dirección, una fotografía extraordinaria, una historia que atrapa y sacude al espectador de principio a fin, cuando el mensaje llega de una manera tan clara y dura, es difícil sentirse indiferente.

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